jueves, 11 de junio de 2009

LUÍS ALBERTO SPINETTA - KAMIKAZE 1982

Kamikaze fue editado en Abril de 1982. Es el 4to disco solista de Luís Alberto Spinetta (sin contar Artaud, que a pesar de todo, es oficiálmente de Pescado Rabioso).
Está situado entre "Los niños que escriben en el cielo"(1982) de Spinetta Jade y "Bajo Belgrano"(1983) también de Spinetta Jade.
El disco, considerado por muchos como "un segundo Artaud", recopila de forma acústica varias canciones de distintas épocas que Spinetta no había publicado hasta entonces, pero que había tocado muchas veces en distintos shows.


LADO 1:

1-Kamikaze
2-Ella también
3-Aguila de trueno - Parte I
4-Aguila de trueno - Parte II
5-Barro tal vez

LADO 2:

1-¡Ah!... basta de pensar
2-La aventura de la abeja reina
3-Y tu amor es una vieja medalla
4-Quedándote o yéndote
5-Casas marcadas

Curiosidades:


-En una de las presentaciones que dió Spinetta de Kamikaze, se balanceó y cayó de la silla. Esto lo puso muy mal y luego de dos canciones canceló el show.
-La canción Kamikaze y el concepto del disco en general, fue tomado de un libro que Luís leyó sobre los guerreros Kamikazes japoneses.
-Este disco fue reeditado en formato cd en 1995 por la compañía discográfica Mordisco. Esta versión es practicamente inconseguible.

Cubierta:




Completamente púrpura (excepto el título del disco y nombre del autor, en este caso gris) con diferentes tonalidades que forman desde la mitad para abajo, la mitad de una cara, presumiblemente Spinetta o la figura del Kamikaze.
En la parte superior, a la derecha, el nombre del autor: Luís Alberto Spinetta
y debajo del nombre: KAMIKAZE. Todo esto levemente inclinado en el sentido de las agujas del reloj.

Contratapa:



Casi sin textos. En la parte superior, una franja horizontal color salmón, luego un par de líneas en colores, negro, salmón, violeta y luego, en tonalidades de azul y violeta, como totalidad de la tapa, la imagen de una guitarra eléctrica. Debajo de la imagen, en el fondo de la cubierta, otra franja de azul más oscuro parece enmarcar un poco la imagen. A la izquierda, abajo el nombre del sello: RATON FINTA y su respectivo loco. Un poco más abajo, pequeño y en negro: Impreso y Confeccionado por ALFA S.R.L.

Lomo:

Edición slin: A la izquierda se lee: KAMIKAZE SLIN 3118. A la derecha: Luís Alberto Spinetta.


Insert:





De papel. De un lado se divide, a la izquierda presenta un escrito de Luís Alberto Spinetta, coronado con su firma. A la derecha, la lista de temas, los datos técnicos, una explicación del disco por Luís Alberto Spinetta y los agradecimientos. Puede leerse:

En la verdadera tolva en la que el continuo nos somete existen infinidad de premisas cuyos caracteres no nos sustraen del hecho inconfesable de estar todos desamparados ante la radiación.
Obviemos que ésta pueda ser por ahora polución, o contrariamente partida hacia el sol, radiación ésta de la verdad, siempre en el otro polo. Así es que esa elección de premisas trae consigo la aparición del ser.
Ya no creo en ser "artista" y estar siendo aplaudido por "público" como algo distinguible y de lo cual surgen los roles. Tanto menos creo en el rol del público. Y tanto menos que nada en los condicionamientos.
Es por eso que el cambio llega, tarde o temprano, y el "artista" deja de pedirse a sí mismo una oferta para seducir al "público". En todo caso este ser está siendo plenamente, arriba o afuera, o bien en la trama de un amplificador.
Afuera o adentro ya no importa. No existen para un verdadero creador de la luz. Sólo la luz y cada uno en su hollejo vibrando con la vida.
Tampoco creo en la hipocresía de que lo que hacemos está dirigido por una fe ecológica o una supuesta fuerza de choque contra la rigidez del mundo. Simplemente la decisión de ser produce una obra buena o mala, imponente o insignificante, a través de un destino si incorruptible, en la total desavenida de roles y compromisos que ante todo no forman parte del ser. Podrán formar parte del antiguo artista testarudo provocándose la exasperación de la genialidad. Pero no forman parte del ser expuesto a la radiación en la toma de decisión de abandonar el proyecto de encantar, para encantarse con el proyecto de vivir. Y aquí sí que tienen que ver las premisas adoptadas y la forma de asociarse a cada destino.
No se puede estar ya en el polo polución. El ser debe decidir en su misma fuerza la obra de cada micrón de la vida, bajo la radiación del verdadero Universo. De allí veremos que surge la escaramuza del más intrincado, la parábola del arlequín, la musa del que la puede oír, y hasta... el mugido de la vaca.
Esta es una de las difíciles ideas de exponer, luego de todo, un álbum como este para alguien.
Cuando hay canciones que forman parte de una vida y que el solo hecho de imprimirlas implica perderlas, inanimarlas, estalacticarlas sorpresivamente en el juego de la audición y la degustación (para muchos léase disgustación). Yo sé que las he oído desde el principio de su esqueleto y quizás no debí aprehenderlas.
Ahora mi decisión no cambiará. Pero en la calcinación de mis días noto que ya no me interesan. Tan sólo son esquirlas de mi explosión, bosquejos de una ruta quebrada, sólo palabras que tuvieron que estar así, a priori de quien las atrayese para esta confinación.
Jamás dudaré de ellas, pero sólo sé que todas, en algún momento, se encontraron ante la ambigüedad de mi oído y mi olfato. Me exalté pretendiendo vanamente que penetraran en esto de la manera más pura, pero mis torvas creencias las condujeron increíblemente hacia aquí y luego, en el avatar de los roles, un día propusieron algo a quienes las escuchábamos.
Pero después quedaron siempre ahí, expuestas con todos nosotros a la radiación. Tal es su destino, el nuestro, el de tenerlas acaso compiladas así en una edición a la venta (?).
Aún así, esta motivación ulterior no desvanece mis canciones y sé que las van a tener de mí, como yo mismo las tengo. Ninguna canción nueva o no compuesta esconde por detrás de sí a un mago mistificado, escabullido en el tremendo expropiar de la creación actual. Sólo la vida, desfigurándonos para que provoquemos quizás algún milagro que trascienda por encima de la música y la poesía, el éxito o el fracaso.
Este es un mundo de monedas y cospeles. Y si no que den la cara los que pretendieron sólo el "oro superficial" que pudiese esconder el alma de un hombre ultrajado como el cacique Tupac Amarú.
Esto es cruel, lo sé, pero ilustra lo tonto que somos al creérnosla en la parafernalia de lo que vendemos, compramos o robamos, cuando la verdadera riqueza difícilmente se alcanza. Es menester hoy más que nunca, buscar esta riqueza y tener esto como premisa inherente al destino creativo, para no caer en la destrucción de lo más valioso.
¿Es muy importante vender discos para que un "artista" sea? : es muy importante que alcancemos felicidad en el sentido de habernos desprendido definitivamente del standard inventivo para poder dejar paso a nuestras vidas, a nuestras decisiones de ser y a nuestra propuesta por encima del vano hecho del genio, ya que hay algo muy superior que espera ser percibido.
Vivimos calificando entre los rubros de nuestra ignorancia. Es por eso que admiro profundamente la decisión de aquellos jóvenes Kamikazes, al margen de la abominación de la guerra. Su proporción de sensibilidad es dramáticamente más profunda que la de haber permanecido escuchando estas canciones esperando ser papá y mamá.
¿Lamentablemente no hay más Kamikazes de la vida creativa?
Muchos han sido enrolados en la necesidad de crear una oferta para ser consumida. Poco ha quedado del verdadero proyecto de ser en este sinnúmero de cualidades entre las que nos movemos. Y encima sé que muchos nos advierten acerca de la direccionalidad de escapar del desafío de vivir, pensando que todo se resuelve con un poco de rock and roll.
No creo particularmente, que la vida nos despierte una, digamos, tercera vez, para reaccionar contra lo que nos obstruye desde siempre. Todos debemos ahondar en ese ser que amamos confiadamente, único entre aquellos que mantenemos obsecuentemente dentro nuestro.
No es cuestión de manijear la estupidez de creerse el dueño de la magia. Por eso ya no importa si mi música suena así o de otra manera, sino que busco algo que está por encima de lo que pretendemos que sea Spinetta o como se llame.
Afortunadamente siento dentro mío la intención de desafiar una vez más al falso interlocutor de nuestra música y todo aquello que nos ha inspirado durante estos años.
Saquémosle de aquí y quedémonos en la desnudez del destino. Sólo así es que somos una canción.
A veces parece que la vida fuese: "Bueno, me sucede esto porque por otro lado no he tenido acceso a aquello", y uno trata de vivir apelando al equilibrio. Incluso la música misma luce como una constante trama de modelar una sustancia capaz de no equivocarse.
¿Pero con respecto a qué patrón?
Y la directriz emocional del oído colectivo, entonces: ¿puede asimilar lo positivo de nuevas formas de comunicación? ¿O sigue en el eterno oscilar en el que ya se empieza apercibir cierto aburrimiento? Gracias a muchos "talentos" no ordinarios hemos computado a nuestro favor enormes cantidades de información que hablan de una vida nueva de las células, en un sentido tan amplio que resultaría arduo explayarme. Pero siempre el consumismo condicional ha remitido a los exploradores de nuestro verdadero ser a atender de acuerdo a otro oído colectivo más diligente, menos interesante, más sometido al resoplar habitual de las cosas menos importantes de la vida.
Y al final...cuando algo nos oprime en serio, sabemos que la salida apunta siempre hacia las verdades más ligadas con lo desconocido, a las súbitas nociones de que deberíamos haber sentido desde siempre que somos sólo luz y sonido.
Luis Alberto Spinetta

A la derecha:

LADO 1
1. Kamikaze - 3:12
2. Ella también - 4:05
3. Aguila de trueno - Parte I - 2:57
4. Aguila de trueno - Parte II - 1:22
5. Almendra - 2:40
6. Barro tal vez - 3:18

LADO 2
1. ¡Ah!... basta de pensar - 2:40
2. La aventura de la abeja reina - 4:51
3. Y tu amor es una vieja medalla - 2:43
4. Quedándote o yéndote - 3:28
5. Casas marcadas - 5:48

Todos los temas pertenecen a Luís Alberto Spinetta exceptuando Almendra y Quedándote o yéndote, que fueron compuestos conjuntamente con Eduardo Marti. Diego Rapoport aparece cortésmente, lo mismo que David Lebon y el Turquito Martí.
Sonido y mezcla: Gustavo Gauvry. Técnico responsable: Amilcar Gilavert. Arreglos y realización: Luís Alberto Spinetta. Diseño: Sergio Pérez Fernández. Idea gráfica: Familia Spinetta. Fotos de tapa y contratapa: Patricia Spinetta. Diseño de etiqueta. Hernán Roibón. Productor y ejecutivo: Alberto Ohanian. Producido por Luís Alberto Spinetta para Ohanian Producciones. Grabado y mezclado en Estudios Del Cielito, Febrero y marzo de 1982.
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Este disco se empezó a grabar en febrero de 1982 en Estudios Del Cielito. Tras una breve reunión con Alberto Ohanian, productor ejecutivo, Amilcar Gilavert, responsable técnico, y Gus Gauvry, quien finalmente fue el técnico casi permanente y quien, a la sazón realizón la mezcla, me decidí a imprimir en la cinta estas canciones. Así surgió la primera toma y luego otras y otras. Unas buenas, otras tipo baldazo de portland. Algo aquí, luego una cosa atrás de la otra y por fin Kamikaze está aquí.
Alternativamente todos los temas fueron plasmados de esta manera: Bola de delay, aguardiente de Caroya, Danielirto y Juan Carlos Camacho, los zabecones de turno,. Ohanian que no te lo puedo describir, pileta de natación, Rapoport con su cámara que se la lleva a dormir, David Lebon, Eduardo Martí, asado, café, tenis, canciones, sueños.
Y por allá se ve la siluete de Fraga, en la niebla, dispuesto a cambiar el curso de los aconteciientos alicate en mano.
O bien Machi, dorso de conocimientos, siempre presente aunque no esté. Imágenes de un ratón internacional, marcado de empedrado y yeso.
Huella, huerta.
Hueso primal , desbordado bajorrelieve de la plenitud infrarroja de tus manos guitarra, por sobre la felpa del estuche que venció, soportando la formaque dejó un cuerpo sensacional.
¡Oh Leo Fender!
Es decir, siempre estamos en una de las torretas del "Us Navy Cualquiera" y aparece algún Kamikaze a mil que se nos viene en picada dispuesto a que no quede nada. (Continuaré esta transcripción en la próxima actualización)

Estampa del disco:

Motivo especial: Blanca en el fondo y roja en el "A" del lado a y en Luis Alberto Spinetta Kamikaze. Data y lista de temas en el lado A. En el lado B, la imagen de un piloto kamikaze en negro y el sello RATON FINTA en rojo.













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PRÓXIMA ACTUALIZACIÓN: Termino la transcripción del insert de Kamikaze (escribió mucho el flaco jajaj) y se viene "Música del alma" de Charly García

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